Reseña historica

    La historia de la Escuela de Investigaciones se remonta al año 1905, cuando surge el primer antecedente histórico de un plantel formador de los Policías encargados de la investigación criminal de los delitos. El 18 de octubre de ese año, a través del decreto Nº 4423, se funda la Escuela de Aspirantes a Oficiales de la Policía de Santiago, cuyo objetivo era preparar al personal de las Policías Fiscales.

El 1 de octubre de 1917, la sección seguridad de estas policías crea la Escuela Provisional de Detectives, con el objetivo de introducir en el personal policial métodos de formulación de planes racionales para investigar, superando las prácticas de los antiguos agentes que confiaban en su " ojo clínico" o instinto.

Como parte de este proceso, el 8 de septiembre de 1924, la ley Nº 4.052, reconoce la identidad profesional del investigador policial. Siete meses después, el 8 de abril de 1925, se aprueba el reglamento de la Escuela de Agentes, fiel seguidora de la Provisional. El plantel contemplaba dos cursos en el año, cada uno con una duración de cuatro meses (dedicados a la instrucción) y quince días (de trabajos prácticos), en los que se privilegiaba principalmente el ingreso de policías en servicio.

Posteriormente, en 1946, la escuela se instala en calle Santo Domingo Nº 1343, lugar donde funciona hasta 1962. Ese año, las dependencias del establecimiento se ubican en una gran casa, en Brown Norte Nº235, en la comuna de Ñuñoa.

En 1975, pasa a tener un régimen de internado para sus aspirantes, motivo por el cual, se habilitan las dependencias de calle Sargento Candelaria N° 1966. En 1982 el plantel educacional comienza a llamarse Escuela de Investigaciones Policiales "Presidente Arturo Alessandri Palma".



Un Gran cambio

A fines de 1999 la realidad nacional y las demandas de la sociedad, posibilitan la inauguración de un moderno e imponente edificio que se levanta a la entrada oeste de Santiago, justo en la intersección de avenida Pajaritos y la ruta 68. Esta gran escuela, la más moderna de Sudamérica, representa mucho más que una estructura de hormigón armado y vidrio que se alza imponente a un costado de la carretera. Es ahora el alma mater de la Policía de Investigaciones de Chile, abierta a la comunidad, a la juventud, proyectándose hacia la sociedad y cuya delicada misión es formar a los nuevos detectives hacia un futuro de servicio, firmemente sustentado en el estado democrático de derecho, la ciencia, la tecnología y el respeto de la dignidad humana.

En Junio de 1998, el entonces Presidente de la República, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, coloca la primera piedra de la nueva escuela, acompañado por el entonces Director General de la institución, don Nelson Mery Figueroa, y de la familia policial.


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